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In Descensione Beatæ Mariæ Virginis de Mercede

Santa Misa de Nuestra Señora de la Merced (patrona de Barcelona y de la Capilla) y solemne procesión con la imagen de la Virgen por las calles cercanas a la Capilla.

Rezo del Rosario — 18:00h

Misa cantada — 18:30h

Procesión — 19:30h

Textos de la Misa

Introito

Alegrémonos todos en el Señor al celebrar la featicidad de este día en honor de la bienaventurada Virgen María, de cuya Descensión se alegran los Ángeles y alaban al Hijo de Dios. —Salmo. Eructó mi pecho una palabra buena. Digo yo: Para el Rey (Dios) son mis obras.. ℣. Gloria al Padre.

— Glória in excélsis.

Oración

Oh Dios, que por intermedio de la gloriosa Madre de vuestro Hijo, habéis enriquecido a vuestra Iglesia con una familia religiosa consagrada a la redención de los cristianos caídos en poder de los infieles, dignaos, en vista de sus méritos y de su intercesión, conceder a los que la honran piadosamente como la fundadora de esta gran obra, la gracia de quedar libres de las cadenas del pecado y de la cautividad del demonio. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
℟. Amén.

Lectura de Libro Sapiencial (Cantares)

Yo soy la flor del campo y el lirio de los valles. Como lirio entre las espinas, así es mi amiga entre las doncellas. Como manzano entre los árboles silvestres, así es mi Amado entre los jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi garganta. Llevóme a la cámara del vino, ordenó en mí la caridad. Fortalecedme con flores, sostenedme con manzanas, porque desfallezco de amor. Su izquierda debajo de mi cabeza; y con su derecha me abraza. Me habla mi amado, y dice: Levántate, apresúrate, amiga mía, paloma mía, hermosa mía, y ven; pues pasó ya el invierno, disipáronse y cesaron las lluvias; han aparecido las flores en nuestra tierra: llego el tiempo de la poda; el arrullo de la tórtola se ha oído ya en nuestro campo; la higuera de sus brevas, esparcen su olor las florecientes viñas. Levántate, pues, amiga mía, hermosa mía, y ven, paloma mía, que anidas en las quiebras de las peñas, en las concavidades del muro; muéstrame tu rostro; suene tu voz en mis oídos, porque tu voz es dulce y tu cara hermosa.

Gradual

Me introdujo en la cámara del vino, ordenó en mí la caridad. ℣. Sostenedme con flores, alimentadme con manzanas, porque desfallezco de amor.

Aleluya

Aleluya, aleluya. ℣. Tú la puerta del Rey excelso y la esplendente morada de la luz: gentes redimidas, aplaudid a la vida dada por la Virgen. Aleluya.

En la Orden de la Merced y en la diócesis de Barcelona, se omite el último Aleluya y se dice:

Secuencia

Aplauda el escuadrón de los Cautivos,
Y la ilustre tropa de Cristianos cante
En este día Cánticos solemnes,
Que el júbilo del ánimo declaren.

Mostremos todos juntos nuestro gozo,
Y agradecidos, este día grande
Celebremos, al ver ya quebrantadas
Las prisiones tiranas y fatales.

¡Ya resplandece aquel benigno día,
Digno de los aplausos celestiales,
Que de su heroica caridad nos muestra
Las más faustas, y célebres señales!

La Fe, a quien combaten las astucias
Del infiel, y la vida miserable
Entre tantos trabajos consumida,
Las restablece hoy la Virgen Madre.

La que viendo los llantos, los tormentos,
Y lamentos que sin consuelo esparcen
Los Cristianos en tan infeliz suerte,
Trata de remediarlos al instante.

Para sacarlos del continuo riesgo
En que viven, y de trabajos tales,
Y que se restituyan a su Patria,
Sin que fu Fe padezca algún desfalque.

Cuando Nolasco meditaba los medios
De poder al Cautivo libertarle,
Y a fin de hallarlos recurría al Cielo
En continua oración firme y constante.

La Madre de Clemencia se le muestra
Con un semblante celestial y afable,
A fin de que a los míseros Cautivos
De las cadenas Sarracenas saque.

Y le dice, que a Ella y a su Hijo
Juntamente, será muy agradable,
Si en honra suya, y con Su dulce Nombre
Un sagrado Orden de Piedad fundare.

Cuyo fin principal sea al Cautivo
Librar de las prisiones en que yace
Arrojado, y sacarle indemne y libre
De opresión tan tirana y lamentable.

Esta obra insigne de caridad rara
Ordena que puntualmente se guarde
Y para que el debido efecto tenga
A otros la misma revelación hace.

Obedeciendo Pedro a su precepto
Hizo solemne voto con sus Frailes
De redimir, y de quedare en Rehenes
Si la necesidad a ello obligare.

Dulce Fundadora nuestra, Muestra que eres nuestra Madre, Y socorre a los Cautivos En tantas necesidades.
Aumenta la caridad, Tu Orden logre el mayor auge, Y hazla agradable a tu Hijo, Puesto que Tú la fundaste.

Haznos siempre agradecidos
A ti: y para que en el lance
De la muerte nos salvemos
Muéstranos vuestro semblante.
Amen. Aleluya.

᛭ Continuación del S. Evangelio según S. Juan

En aquel tiempo: Estaba junto a la Cruz de Jesús su Madre, y la hermana de ésta, María de Cleofás, y María Magdalena. Al ver Jesús a su Madre y a Juan el discípula amado allí presente, dijo a su Madre: ¡Mujer, he ahí tu Hijo! Después dijo al discípulo: ¡He ahí tu Madre! Y desde aquella hora el discípula la recibió en su casa.

— Credo.

Ofertorio

Bendita tú por tu dios en toda tienda Jacob; porque entre toda gente que oyere tu nombre, será engrandecido por tu causa el Dios de Israel, aleluya.

Secreta

Al recordar Señor tus dones, te ofrecemos Hostias de alabanza, para que, pues te has dignado a librarnos de la esclavitud de los bárbaros por la Madre de tu Unigénito, nos libres propicio de los lazos y servidumbre de los demonios. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

— Prefacio de la Sma. Virgen: Et te in Descensióne.

Comunión

Las muchas aguas no pudieron extinguir la caridad, ni los ríos podrán cubrirla; si diere el hombre todo el haber de su casa por el amor, la despreciará como si fuera nada, aleluya.

Poscomunión

Recibidos los Sacramentos de nuestra Redención, confórtanos con la intercesión de tu Madre; y ya que, con su ayuda nos hemos librado de las cadenas del cuerpo, nos libremos también, pidiéndotelo ella, de los lazos del alma. Que vives y reinas.

Introitus

Gaudeamus * omnes in Dómino diem festum celebrántes sub honóre beáte Maríæ Vírginis: de cujus Descensióne gaudent Angeli, et colláudant Fílium Dei. —Ps. 44, 2. Eructávit cor meum verbum bonum: * dico ego ópera mea Regi. . Glória Patri.

— Glória in excélsis.

Oratio

Deus, qui per gloriosíssimam Fílii tui Matrem, ad liberandos Christi fidéles a potestáte paganórum, nova Ecclésiam tuam prole amplificáre dignátus es: præsta, quǽsumus; ut, quam pie venerámur tanti óperis institutrícem, ejus páriter méritis et intercessióne, * a peccátis ómnibus et captivitáte dǽmonis liberémur. Per eúndem Dóminum nostrum Jesum Christum.
℟. Amen.

Lectio libri Sapientiæ

Cant. 2, 1-6 et 10-14. — Ego flos campi, et lílium conválium. Sicut lílium inter spinas, sic amçica mea inter fílias. Sicut malus inter ligna silvárum, sic diléctus meus inter fílios. Sub umbra illíus, quem desideráveram, sedi: et fructus ejus dulcis gútturi meo. Introdúxit me in cellam vináriam, ordinávit in me caritátem. Fulcíte me flóribus, stipáte me malis : quia amóre lángueo. Laeva jus sub cápite meo, et déxtera illíus amplexábitur me. En diléctus meus lóquitur mihi: Surge, própera, amíca mea, colúmba mea, formósa mea, et veni. Jam enim hiems tránsiit, imber ábiit, et recéssit. Flores apparuérunt in terra nostra, tempus putatiónis advénit: vox túrturis audíta est in terra nostra: ficus prótulit grossos suos: víneae floréntes dedérunt odórem suum. Surge, amíca mea, speciósa mea, et veni: colúmba me in foramínibus petrae, in cavérna macériae, osténde mihi fáciem tuam, sonet vox tua in áuribus meis : vox enim tua dulcis, et fácies tua decóra.

Graduale

Introdúxit me * in cellam vináriam, ordinávit me caritátem. ℣. Fulcíte me flóribus, stipáte me malis quia amóre lángueo.

Alleluia

Allelúia, * allelúia. ℣. Tu regis alti jánua et aula lucis fúlgida: vitam datam per Vírginem, gentes redémptæ * pláudite. Allelúia.

In Ordine B.M.V de Mercede et in diocesi Barcinonensi, omisso ultimo Allelúia, dicitur:

Sequentia

Plaudat agmen captivórum,
Turba psallat christianórum,
Lætum sumat et decórum
In hac die cánticum.

Simul omnes exsultémus,
Atque grati celebrémus,
lucem tantam, qua gaudémus,
Vincla fracta cérnere.

Fulget jam dies benígna,
Qua cǽlitum plausu digna,
Suae celebránda signa
Caritátis éxhibet.

Ecce fidem, ecce vitam,
Astu plagis impetítam,
Fere tot malis contrítam,
Firmat Virgo Génitrix.

Ejulátus, et laménta,
Fidæ plebis, et torménta
Videns illa, non fuit lenta
Déxtera porrigere.

Ut discrimina solvántur,
Quibus mersi contristántur.
Atque in pátriam reducántur
Fide rursus íntegri.

Dum Noláscus cogitáret
Ut oppréssos liberáret,  
Et assíduis vacáret  
Meditatiónibus:

Clemens se fronte seréna,
Ut misséllos de catena,
Ipse levet Saracéna,
Illi dat conspícere.

Sibi gratum nimis fore
Nato quoque pronit ore,
Sacro si pro sui honóre
Ipse contat Órdine.

Cui præsértim sit curáre,
Ferro vinctos explicáre,
Sospitéque revocáre
A fera tyránnide.

Hoc insígne amóris rari
Opus jube asservári;
Et ut possi propagáre,
Palam docet álios.

Coepit Petro obsequéndo,
Cum sodálibus, vovéndo,
Si necésse sit, manéndo
In pignus, redímere.

Dulcis Institútrix nostra.
Matrem nobis te esse monstra
Et captívos réfove.

Ignem auge, fac præclaram
Atque Nato redde caram
Quam fundásti sóbolem.

Da quod tibi grati simus:
Et ut tártara possímus
Evitáre, cum abímus,
Vultum tuum éxhibe.
Amen. Allelúja.

᛭ Sequentia sancti Evangelii secundum Joannem

In illo témpore: Staband juxta crucem Jesu mater ejus, et soror Matris ejus María Cléophæ, et María Magdalénæ. Cum vidísset ergo Jesus Matrem, ed discípulum stantem, quem diligébat, dicit Matri suæ: “Múlier, ecce fílius tuus”. Deínde dicit discípulo: “Ecce mater tua”. Et ex illa hora accépit eam discípulis in sua.

— Credo.

Offertorium

Judith 13, 31. — Benedicta tu * a Deo tuo in omni tabernáculo Jacob, quóniam in omni gente, quæ audiérit nomen tuum, magnificábitur super te Deus Israel, allelúia.

Secreta

Tua, Dómine, múnera recoléntes, hóstias tibi laudis offérimus; supplíciter deprecántes ut qui dignátus es per Unigéniti tui Matrem fidéles a barbarórum erípere servitúte, propítius nos quoque a dæmonis láqueis et captivitáte præstes immúnes. Per eúmdem Dóminum.

— Præfatio: Et te in Descensióne.

Communio

Cant. 8, 7. — Aquæ multæ * non potuérunt exstínguere caritátem, nec flúmina óbrerunt illam: si déderit homo omnem substántiam domus suæ pro dilectióne, quasi nihil despíciet eam, allelúia.

Postcommunio

Redemptiónis nostræ, Dómine sacraméntis percéptis, beatíssimæ Gentrícis tuæ intercessione nos réfove: ut cujus ope córporis víncula exúimus, ab ánimaæ quoque néxibus, ipsa te obsecránte, solvámur: Qui vivis.

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In Dedicatione S. Michaëlis Archangelis